27.9.09

Leche, cenicientas y bestias políglotas






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4 comentarios:

Mycroft dijo...

Los aguafiestas están haciendo escarnio de tarantino, a propósito de esta gran peli, precisamente por ser fiel a si mismo.

Creo que el viejo Sam Fuller hubiera disfrutado mucho de este divertimento. Aunque sospecho que algunas de las fantasías judaicas más desbocadas solo tenían por objeto saciar a los Wellstein para que soltaran la pasta alegremente...

emilio dijo...

Grandísima. De un tamaño inalcanzable para otros. Es fiel y hechiza con sus neuras. Que son las mismas, pero reconvertidas, adaptadas al nuevo género que practique. Guerra sin guerra. Sam Fuller hubiese disfrutado, sí, y Peckinpah, se me ocurre. A los Wellstein les dio un repaso en una entrevista que leí, en El País, creo. Dijo que no estaban detrás suya, en el cogote, mirando todo. No sé. Era el muchacho contra los jefazos y dando su punto de rebeldía.

Rick dijo...

La nueva peli de Tarantino no me hizo mucho tilín. De entrada no esperaba ya mucho porque Quentin me tiene definitivamente decepcionado, pero es un buen director y siempre merece la pena al menos echarle un vistazo a sus estrenos.

El comienzo de la película me hizo pensar que podría equivocarme y que podría ser una película mejor de lo que esperaba. Al final acabó decepcionandome.

Tras esa escena inicial magnífica, aunque sea una copia por todos los costados del cine de Sergio Leone, donde nos presenta al mejor personaje de la historia (toda una sorpresa y un descubrimiento Christoph Watlz, menuda interpretación se casa transmitiendo fascinación, encanto e inquietud) la película va a menos.

Para mi hay una escena que marca el declive de la película. Es esa eterna y larguisima escena en el bar. A partir de ahí para mi se acaba todo lo bueno e interesante de "Malditos bastardos" y comienza el Tarantino decepcionante de costumbre en los últimos tiempos. El final, aunque tiene ese giro inesperado de Waltz y una escena final divertida, es para tirarlo a la basura. Al final da la sensación de que todo es una payasada y para ser eso la verdad es que no tiene demasiada gracia. Y la subtrama de Bruhl y la chica judía no me termina de decir nada. Al filme le sobran bastante minutos que se podían haber recortado.

¿Lo mejor? Sin duda los personajes de Pitt y Waltz. No creo que Pitt fuese el actor idóneo para ese personaje, pero hay que reconocer que con su buena interpretación consigue que eso no se haga patente. Pero Christoph Waltz le roba la película totalmente. Si hubiese que decir algo por lo que merece la pena ver "Malditos bastardos" no es por Pitt, ni Tarantino, ni por ese grupo de bastardos Peckinpahianos, si no por Waltz y su Hans Lauda.

Yo no la recomiendo para ir a verla al cine pagando 6 euros. En todo caso para verla en casa con amigos. Y si tras ver la primera hora te sales a fumarte un largo cigarrito tampoco pasa nada.


Por cierto, he estado echándole un vistazo a tu blog y me ha gustado bastante así que quería proponerte un intercambio de enlaces. Yo también tengo un blog de cine, llamado Hotel Overlook. Lo puedes ver entrando en mi perfil. Si te parece bien la propuesta coméntamelo en el blog.

Un saludo.

Olga B. dijo...

No la he visto. ¿Es tan buena? Me han pedido que la veo directamente en DVD porque en los cines no la ponen en v.o.s. ¿Es así?

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.