31.3.17

Una fotografía de Kafka antes de que le perturbara Samsa


1
Andan los días persiguiéndose, implacables. Se oye un latir de algas a lo lejos. Afuera está la noche como una fuente honda y sin dueño. Dan ganas de buscar a Dios en las avenidas, en la periferia de la ciudad, en las afueras. Oigo la sangre con una ternura infinita. La oigo adentro circular como si buscase algo y no encontrase el rumbo preciso. Me busco en las palabras y lo que encuentro es vértigo. Vengo sin brida. Alegre, abierto, invisible vengo. Tendré que pararme a pensar y festejar la soledad y perderme.

2
Todos los niños de Londres aman a Peter Pan. No es algo que se advierta siempre, ni sucede con la fiereza con la que el amor se manifiesta en otros episodios suyos, pero es una verdad inamovible. Lo aman sin saber que esa entrega existe. Están fascinados sin conciencia del hechizo. Se esmeran en su embrujo.

3
Duelen, resaca adentro, los años.

4
Procura el amor alminares, una fotografía de Kafka antes de que le perturbara Samsa, báculos, un poema de Charles Bukowski sobre vino pendenciero y Plymouths del cincuenta y siete, una fotografía en blanco y negro de cuando niños perdiendo el tiempo en una playa con mi abuela de fondo.

5
Descienden, muy secretos, al centro de la palabra. Rescatan la semilla, la izan, la exhiben. Es el fugaz numen de todas las cosas lo que se está ofreciendo, la dura comisión de la sangre, la mecánica sencilla del cosmos.

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