19.10.15

Naufragio

La blonda del agua
Tan hermosa y breve
En la cresta del tacto
En la espuma del ojo
En el eco del tiempo
Mi corazón arrebata al mar
Las algas de la boca del naúfrago

3 comentarios:

Héctor Alberto Romero dijo...

Al mundo le están robando la poesía, la filosofía, las humanidades en general.
Aún quedan santuarios en donde esos valores resplandecen, gente que preserva esos valores ancestrales. Están matando a la palabra. Es que la palabra es un arma. LA POESÍA, PERSISTE.

El Doctor dijo...

Existen miles de poemas que hablan del mar, y en la mayoría de ellos son poetas que viven muy cerca del mar. Sin embargo, hubo un poeta que le daba mucho miedo el agua. No sabía nadar y le daba vértigo tanta cantidad de agua que tiene el mar, la mar. Es más, nada ver un barreño de agua salía corriendo. No sé cómo se lavaba ese poeta, en fin. ¿No he dicho todavía su nombre? Federico García Lorca. Solo introdujo una frase en uno de sus poemas donde menciona el mar y a mi juicio es lo más brutal que he leído nunca. Dice así: “Y de repente, el mar se puso a recordar a todos sus ahogados.”

Lo tuyo; eso de "Las algas de la boca del náufrago", me ha hecho recordar lo otro. Al fin y al cabo, dos poemas excelentes, amigo Emilio.

Fuerte abrazo

Julia L. Pomposo dijo...

¡Genial!
Saludos

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.