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La gris línea recta
Igual que hay únicamente paisajes de los que advertimos su belleza en una película o ciudades que nos hechizan cuando nos las cuentan otro...
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A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
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Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
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Celebrar la filosofía es festejar la propia vida y el gozo de cuestionarnos su existencia o gozo el de pensar los porqués que la sustenta...
4 comentarios:
A la luz de estos tiempos, implacables en lo económico y mogigatos en la moral privada, esta película incomoda. Obliga a reamueblar emociones.
He leído exégesis que subrayan el Brando alfa, eco del violento patriarcado; o el Blando a modo de maestro de un proceso iniciático. En ambas tesis se rebela la imposibilidad de que ambos sexos se entiendan. Ella acabará por lógica desechando más tarde una relación que se revela como insana, pero de la que se sirvió mientras fue reveladora, fundante de una sgultez inminente. Otros verán solo a un hombre impresentable y una mujer subyugada, cautiva de su inocencia. Y quienes ven la vida en vena, la raíz perversa, pero inevitable, de su naturaleza.
Soy tímida para los ha,agos, pero escribes como un ángel.
Ahora es moda bastante extendida los coños depilados. ¡Qué espanto! Sobre todo viendo el de Maria Schneider. Siempre me fascinó.
Sin que tu estupenda reflexión derive donde no debe.
El pubis, depilado, no me motiva, como a Joselu.
Y no hace falta que hagamos una discusión sobre un asunto tan personal, pero donde hay pelo...
Jeje, Emilio, que sé que piensas como yo...
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