Los días andan persiguiéndose, los años acaban delatándose, publicando sus vicios, los recuerdos libran su íntima batalla con las palabras, la vida dicta severas instrucciones de uso, disciplinas muy precisas, maneras de medir el espanto y soportarlo. La trama son escenarios vacíos. En esa plenitud huidiza, perfilas nombres, fechas, argumentos. Es más tarde cuando viene el dolor de no saber o el de saber más de lo preciso. Viene Kafka con su libro de quebrantos. Viene la aurora con su promesa de milagros. También el fuego, su ceniza futura.
10.11.23
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Frenadol blues
Andaba enredado en una página seria, qué sabrá uno, en la que se contaba amenamente que unos científicos han descubierto que el tiempo pue...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hace algunos años o algunos cursos (los maestros confundimos esas dos medidas del tiempo), escribí este cuento para los alumnos de sexto d...
-
Tinto Brass , en cierto modo, es un viejo verde con una cámara: uno del tipo que cambia los Anales de Tácito o las Obras Completas de Giaco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario