No haber un biógrafo fiable del cielo, no de la ciencia que lo escudriña y tasa, sino de su paisaje y de su historia. Alguien que anote el pormenor del indeciso azul y que razone el gris o el rojo cuando comparecen y afligen la bondad de las huidizas nubes. Del cielo a medio hacer, la danza de su hondura. Techumbre en mudanza, medida sin propósito, caos sublime, una catedral para quien no cree. Los altos goznes del secreto antiguo. La hermosa herrumbre sin tiempo. Hoy el cielo está más limpio de nubes. La luna no anuncia su danza ni su fuste. Unas estrellas picotean el temblor del aire.



Me gusta mucho tu prosa poética y las fotos de tus tres cielos.
ResponderEliminarGracias, un saludo.
Antonio