Tarde con Faulkner
La caligrafía es siempre el cuerpo, su pulso herrumbrado, la sangre abolida.
Zoom
Un poco de despilfarro en las pupilas. Una lentitud de algas ocupa la tarde. Ancho, no obstante, me viene un párpado.
La rosa
En la luz está la belleza, el ampuloso oleaje de su cántico, la rosa breve y perfecta, la rosa que cifra el mundo.
Literaturas
Nada particularmente extraordinario en esto de escribir. Tal vez esa distancia quemada que las palabras imponen al discreto oficio de irse uno mansamente viviendo.
La inocencia
La inocencia posee su palacio de invierno, su jardín abandonado, sin columpios ni algarabía, sin presagios ni prodigios; su reino de este mundo.
8.8.19
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