A la luz de estos tiempos, implacables en lo económico y mogigatos en la moral privada, esta película incomoda. Obliga a reamueblar emociones.
He leído exégesis que subrayan el Brando alfa, eco del violento patriarcado; o el Blando a modo de maestro de un proceso iniciático. En ambas tesis se rebela la imposibilidad de que ambos sexos se entiendan. Ella acabará por lógica desechando más tarde una relación que se revela como insana, pero de la que se sirvió mientras fue reveladora, fundante de una sgultez inminente. Otros verán solo a un hombre impresentable y una mujer subyugada, cautiva de su inocencia. Y quienes ven la vida en vena, la raíz perversa, pero inevitable, de su naturaleza.
Sin que tu estupenda reflexión derive donde no debe. El pubis, depilado, no me motiva, como a Joselu. Y no hace falta que hagamos una discusión sobre un asunto tan personal, pero donde hay pelo... Jeje, Emilio, que sé que piensas como yo...
A la luz de estos tiempos, implacables en lo económico y mogigatos en la moral privada, esta película incomoda. Obliga a reamueblar emociones.
ResponderEliminarHe leído exégesis que subrayan el Brando alfa, eco del violento patriarcado; o el Blando a modo de maestro de un proceso iniciático. En ambas tesis se rebela la imposibilidad de que ambos sexos se entiendan. Ella acabará por lógica desechando más tarde una relación que se revela como insana, pero de la que se sirvió mientras fue reveladora, fundante de una sgultez inminente. Otros verán solo a un hombre impresentable y una mujer subyugada, cautiva de su inocencia. Y quienes ven la vida en vena, la raíz perversa, pero inevitable, de su naturaleza.
Soy tímida para los ha,agos, pero escribes como un ángel.
ResponderEliminarAhora es moda bastante extendida los coños depilados. ¡Qué espanto! Sobre todo viendo el de Maria Schneider. Siempre me fascinó.
ResponderEliminarSin que tu estupenda reflexión derive donde no debe.
ResponderEliminarEl pubis, depilado, no me motiva, como a Joselu.
Y no hace falta que hagamos una discusión sobre un asunto tan personal, pero donde hay pelo...
Jeje, Emilio, que sé que piensas como yo...