6.10.10

Balada del limbo imperfecto

A la red, ese limbo entre lo metafísico y lo cochambroso, le está pasando como al planeta Tierra: que se está quedando pequeño. Internet es república diminuta y los republicanos crecen una barbaridad. El ciberespacio está enfermo: le ha dado un ataque demográfico. Dicen los expertos que la red se colapsará en poco menos de un año si no hacemos algo. Eso de no hacer algo es una forma de hablar porque los que tienen que ponerse manos a la obra son ellos: el público está hechizado con el youtube, el facebook y las descargas masivas con megaupload vía jdownloader. Si a la red le da una embolia, apañados estamos. Y mientras reviven al fallecido, qué hacemos. En dónde escribo, para empezar. Porque el mundo está colgado de servidores, a expensas de que el hilo de cobre no se queme, rezando (si es que hay dioses por ahí adentro) para que todo vuelva a su sitio o vuelva, ya puestos, mejor.
Al final resulta que el paraíso de la tecnología es también un paraíso mortal hecho a imagen y semejanza de quien lo creó, que es una máquina sublime a la que, agotado el plazo de estancia en este mundo, le sobreviene también una sobredosis de experiencias, una metástasis de dolores varios, un guirigay de tormentos que lo devastan y lo reducen, como decía el poeta, a polvo. Y si, por obra de nanotecnólogos, a la Red se le amplía el feudo y se pueden soltar más bestias a pastar (todos entramos con el cuchillo en los dientes, nadie mira a nadie, es la guerra) no pasará tiempo para que ese espacio extra quede también chico y haga falta (ay) otro puñado de genios que se estrujen la mollera y den con la piedra filosofal. Igual en esa fecha somos inmortales y la Red es una reliquia del pasado, un souvenir, una pieza vintage que las generaciones del futuro enseñarán en las escuelas en las clases de Historia. ¿Habrá escuelas?

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

A las cavernas, al gruñido... ¿ o no ?
Estamos esclavos de nuestros inventos.
J.M.M.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Y sin vuelta atrás o, en todo caso, más de cabeza hacia esa dependencia. Y lo malo, no lo dudes, es que nos da igual esa esclavitud. A mí, en ciertos casos, me fascina. Raro que seré.

JML dijo...

No descarte que, mientras se amplía el campo de batalla, se promuevan diversos pogromos. Higienistas hay en todas partes y cualquier día de estos un servidor bien aleccionado nos declarará personas non gratas y entonces habrá que volver a escribir en las paredes de la cueva.

Ramón Besonías dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ramón Besonías dijo...

El urbanita del siglo XXI está muy acostumbrado a esperar de la tecnología la excelencia. Su carácter contingente, falible, humano, nos es ajeno. Queremos que los artilugios funcionen y punto. Para eso pagamos.

Los ancianos, que para esto de las tecnologías son más perros viejos, desconfiados y escépticos, vaticinan el mismo destino para Internet que para el punto de cruz. Todo pasa, todo queda; tiempo para zurzir, tiempo para chatear...

El ser humano contemporáneo está programado para el éxito, la frustración del error le desquicia. Nuestro umbral de dolor es muy sensible. Al mínimo signo de perturbaciones, aliviamos alma y cuerpo con placebos, sustitutos o exabruptos, según se tercie. El caso es resistirnos a admitir que estar vivos se constata las más de las veces a través del desconcierto, la incertidumbre, la fatalidad, la contradicción, el fracaso... Y que la felicidad es un dulce milagro bienvenido.

Buen día, Emilio.

Anónimo dijo...

No habrá escuelas ni habrá orden; todo será caótico, necesariamente caótico. Todo será, ya verás, fruto de la ecuación en donde se mezclan oferta y demanda. Despejamos la incógnita y sale una indignidad, pero no podemos hacer otra cosa que tirar pa'lante. La Red es una república llena de republicanos ociosos. El ocio nos matará a todos. Al tiempo.

Luna Gil

Anónimo dijo...

Que vas a ser raro, hombre. Ya quisiéramos los que somos raros ser raro como tú. Por cierto, a las cavernas ya no podemos volver; hemos llegado muy lejos y hemos tardado mucho en llegar. Saluditos, Ana.

J. Salamanca dijo...

Gloria al bit, señores, gloria sin reservas. En sus "tenebrosas " manos estamos, y que sea por muchos años. Amén Jesús.

Anónimo dijo...

Hey ja

Emilio Calvo de Mora dijo...

Me parecen un oficio temible, obsceno, el de higienista. El estado policial acechará cuandop se den las circunstancias favorables, Henohenomoheji,...

Fallarán los ancianos, por una vez, Ramón. Esto va en serio. No ha dejado de ir en serio desde que descubrimos el zapping.

Me parece lúdico tu pesimismo, Luna, pero se ciernen nubes negras y estamos mirándolas sin susto.

hemos llegado muy lejos y hemos tardado mucho en llegar. Ole, Ana, ole.

Anónimo dijo...

Bendita esa esclavitud , Emilio.
Yo soy una esclava orgullosa de ese estado . Me falta un usb 2.0 en la nuca para ser happy total . Y el colmo de los colmos es tener, gracia de mi sr marido, internet en el movil . Soy una viciosa. A mucha honra . Esta página es sencillamente genial .


Olga

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.