Vivimos en el capricho de lo imprevisible, en el azar puro. A veces malvivimos.
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10 comentarios:
El caso es vivir, ¿no?
El azar como dices no organiza nada. Sólo
Se me fue la mano. El caso es vivir, decía. Sólo (...) debemos hacer lo que nos dicte nuestra conciencia. Al azar no hay que tenerlo en cuenta. Como el viento. A veces sopla allá, a veces acá. Y nosotros en medio. Saludos. Enhorabuena por el blog.
Concisión que me recuerda la buena poesía breve que hay por ahí, en concreto pienso en Vicente Nuñez, un paisano suyo, que escribía unos aforismos muy líricos que daban ganas de aprenderselos de memoria y recitarlos en ocasiones. Yo practico la brevería, pero nunca, nunca, nunca, termino contento con nada de lo que hago. Por eso a lo mejor, Emilio, escribo poco y leo muuuuuuucho. Y nada más que decir por el momento. Para honrar mi palabra, menos palabra!!!!!! No sé si me explico con claridad o como costumbre, dice mi mujer.
Vivir, Felipe, por encima de todo, a contracorriente si hace falta.
No me gusta Vicente Núñez, o al menos Todo Vicente Núñez, pero era un mago de la palabra.
Leer poco y escribir mucho es malo. Lo contrario, no. Piensa en eso. Te explicas muy bien, díselo a tu mujer, Vicente.
Bueno, siempre siempre, no, ¿no?
A veces, también, bienvivimos.
:)
Besos al azar.
Se bienvive cuando no se malvive porque vivir siempre es un triunfo: parezco un alumno de mi poco apreciado Paulo Coelho o de Bucay o de toda esa gente de autoayuda pomposa y lírica. En fin... Lo que pasa es que de vez en cuando sale el lado perverso del lado bueno del lado perverso del lado bueno ....
Malvivir va con vivir. Nos salen rimas y son todas malas de solemnidad, porque vivir es cosa de irse uno viviendo y no FILOSOFAR TANTO. No digo tú, que es una frase corta y sentenciosa, senequista casi, sino en general. Será el calor. Hoy, en Córdoba, tu pueblo y el mío, jiji, pa' reventar. No piensa uno con coherencia. Los calores derritan la sesera!!!!!!! Rafa
Todo, absolutamente todo, está en manos del azar. Un ente inmaterial aun pensante que dispone las piezas para que tu las ensambles. Aunque te olvides de vivir el azar no se olvidará de ti. La cuestión consiste en que, cuando las cartas te sean benévolas, sepas aprovechar la mano.
Malvivir también es una arte, no creas.
Malvivir exige más que vivir bien.
Los días grises tienen más carnaza moral, estética e intelectual que los días de colores. Es así, Álex.
Vivimos en la mala leche eterna porque nos dan palos por "tos laos" como dicen en mi tierra. No se puede vivir así pero no podemos dejar de vivir porque no nos guste. El caso es vivir, como decía Felipe en el primer comentario. Lo demás, filosofía de verano. Buena la tuya, por cierto. Saludos sentidos
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